Un niño juega despreocupado con un gusano. Lo mira, mientras el insecto se introduce corriendo en un hueco que se forja entre la harina. El pequeño desconoce que su nuevo amigo es fotofóbico y que huye de la luz del sol. Tampoco sabe que tiene en su poder una de las soluciones a la crisis agroalimentaria. Resulta que el Tenebrio Molitor -su nombre en latín- esconde una amplia gama de utilidades, que van desde la alimentación animal a la creación de fertilizantes o plásticos biodegradables.

El Español
María P. Bonmatí
Madrid – 11 JULIO 2022

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